Arrancamos al ralentí, despacito, vamos a cuidar el motor y veremos hasta donde llegamos.
Nuestros intereses son variados y también lo serán las entradas. Empezamos el viaje sin rumbo fijo, sin saber a donde queremos ir, el tiempo lo dirá.
Mi abuela tenía una tienda de las que ya no existen, en otro mundo y en otro tiempo, en una aldea gallega. Era cantina, economato, frutería, carnicería y hasta farmacia. Allí pasé gran parte de mi infancia y allí vuelvo a veces en sueños. Y así debe ser este blog, donde quepa de todo y no falte de nada.
Quizá solo tenga tres cosas en común con Manolito, el nombre, que somos ambos gallegos y el criarnos en una tienda. En lo demás siempre he sido más cercano a Felipe, con un toque de Mafalda cuando tengo el día cañalla.
Pretendo postear con cierta regularidad, a lo mejor me canso y lo dejo enseguida, o quizás no...
Besos y abrazos (uds. se los repartan a su gusto)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario